Pueblo del valle que ya en 1250 pagaba rentas al Obispado de Avila, por lo que se estima que su origen es anterior a esta fecha.
Ha tenido autonomía municipal durante varios siglos aunque actualmente está unido al municipio de Arenas.
Está situado a 695 metros de altura; ocupando un lugar estratégico para la comunicación entre Arenas y el Valle del Barranco.
Es un pequeño caserío rodeado de huertos, castaños y olivos. No obstante, su gran riqueza ha sido y es la madera de los pinos; permitiendo una población estable en su municipio. También hay que señalar la importancia de su ganadería.
Aunque en muchos aspectos depende de Arenas, esto no la hace tener falta de personalidad propia. Los parreños son gente que conservan sus ritos y tradiciones, sus costumbres y sus fiestas propias.